Hoy sábalo tengo que acudir raudamente a un casorio. No será esta vez como aquella en la que me confundí y entré a una ceremonia equivocada, no señor. Tampoco será como cuando le escondimos un zapato al novio, tampoco tampoco tampoco.
Este será un casamiento estándar, salvo que será de riguroso bienvestirylaconchitumá. Me portaré bien, y no me emborracharé, aunque esto último será casi por obligación. Será un casamiento con la comida usual, el baile usual, el carnaval carioca y hasta el trencito.

Pues bien, compañeros. Recién, siendo las casidós de la matina, me ha llegado un mensaje de texto que me informó que la fiesta de hoy por la noche no será como el resto. Me llegó un mensaje de texto que me insta a permanecer alerta y con ojos vigilantes para no perderme nada importante, nada crucial.
Me llegó un mensaje de texto que decía:
"Che, boludo, llevá la cámara: VIENE PICHIN "
Esa fiesta será la gloria.