Una pequeña historia rial sobre las capacidades para asombrar de mi perro Doggie.
Ayer por la tarde mi hermano salió al patio a buscar no se qué. Escuchó, de repente, un zumbido como de abejorro que le sonó muy cercano. Luego de una breve inspección visual y al no encontrar el origen, decidió que debía haber sido una alucinación auditiva, seguramente producto de los raros hongos de pino que trajo de Saint Louis.
Intenta entonces proseguir con su propósito, pero lo detiene el mismo ruido, más fuerte esta vez. Mira, mira y vuelve a mirar, pero sólo está el perro allí, mirándolo con cara de bonachón.
(Foto: Doggie/Signore Doggini/Mr. Doggers/B.V. Doggerik/H. Doggenstein/Sir H. Doggensworth/Monsieur Doggiene/Don Doggo de la Vega/ etc.)
Mi hermano mira al perro y, por esas místicas razones que nos hacen intentar la comunicación verbal con un perro, le dice: "Qué te pasa, Mr. Doggers" (sí, mi perro tiene varios nombres).
El perro, lejos de contestar, seguía mirándolo con ojos vivarachos, como diciendo "guau, fiera". Y aquí viene el punto en que casi quedo hijo único: del perro, del mismísimo Hans Doggenstein que permanecía inmóvil sin dejar de mirar a Nahuel, salió un sonido de ultratumba y/o ultratundra, parecido al de un niño llorando o sollozando, un "uá, uá, uá, uaaaaaaaaá".
Mi hermano trataba de dar crédito a sus oídos y al mismo tiempo buscaba visualmente alguna fuente de aquel sonido que fuera un poco más lógica y explicable que el improbable llanto/canto del canino, Barón Von Doggerik (sí, también tiene un título de nobleza). Y otra vez: "uá, uá, uá, uá, uá, uaaaaaaaaaaaá".
A punto de desmayarse por lo imposible/bizarro de la situación, el futuro turista con quien tengo alelos en común retrocedió un paso. El Signore Doggini, extrañado, se recostó, lo miró una vez más, y llevó el hocico al piso.
Al abrir sus carnívoras fauces, Sir Herbert Doggensworth (también es caballero de una corte cánida) dejó salir una chicharra, aún viva. Si, una chicharra, de esas que anuncian la calor.
Y se fué, como si nada hubiese pasado, a tomar sol al fondo.
Puta, que buen perro que tengo.
Atte.
El Gordo.
12 comentarios:
Me encanta el perro! En casa de mis viejos tenemos un perro que comenzó llamándose Gaspar Manolo, luego Gaspar Emanuel y ahora Gaspar Manuel, pero le decimos Gaspar, Gaspi, Tuli, Chorizo,Chori, Morcilla, Gordo, Corto y su derivado Cortina porque es corto y gordo. El responde a cualquiera de todos esos llamados.
Muy bueno el post.
Para mi que su perro está poseído. Poseído por el hambre, digo, compañero...
creo que despues de ver a su perro en vivo y en directo saltando casi dos metros de altura sólo para ver a travez de la ventana la receta secreta de gordochurri, ya no me asombro de nada...
querido sensei, debo pedirle algunos consejos blogeriles. espero verlo en el onomástico del señor barroso
Su perro está poseíiiiiiiiiido!
Silvanuzza de la vida: La bonomía de un perro se mide por el grado de respuesta que proporciona a los más diversos nombres. Su perro ha de ser también peronista.
Amperio del amor: Si fuera por eso, mis anteriores perros también hubieran tenido cosas raras, pero no. El cagarlos de habre produce rencor canino y flatulencia incontrolable, pero no peronismo.
Eric de la virtud: Usted ha sido testigo de algunos arranques de mi rope, querido Eric. Y usté lo vió antes de que estuviera lechonizado. Usté es un privilegiado, y eso que no es niño.
Mich de la alegría: Si. Es mi perro, por tanto yo poseo un perro. En voz pasiva, el perro es poseído por mi. Que grato es el lenguaje. Y que loco.
Mándele un abrazo a Barroso, compañero, el del cumpleaños. ¿Dónde anda jugando de cuatro, ahora?
Don Ampere de la simpática gorra: Le explico que Barroso ahora juega para Suárez, pero pese a su rivalidad con el Porvenir lo queremos pues ya lo dice la canónica peronista: Para un compañero nada mejor que otro compañero, y si este último invita más de 100 personas a su casa y promete mantener flujo continuo de etilo y de estilo, más mejor todavía. Oiga, no quiere venir? La Olga viene, y seguro preguntará por ustet. Que le digo, compañero? Que le digo? Ah? Ah?
jajaja, mi gata hace lo mismo.
p/d: Esto me mató: * Punk Rock
* Hard Metal
* Palito Ortega
* Leo Dan
* Niki Jones
* La pesada
* Taquito militar
* La marcha peronista
* la música de volver al futuro
* la negra sosa
* la Sole Pastoruti
* Federico Storani In Concert
Saludos.
En mi caso yo tengo de mascota, mas bien en casa de mis padres a una bonita fox terrier blanquita, esterilizada y que vive cogiéndome la pantorrilla. No tiene titulo de nobleza, una vez se cayó en el pozo ciego, la perdimos durante tres meses, y me va a despertar temprano en la mañana para que no me pueda dormir más. Digo yo: Pregúntele a su perrro si no le quiere echar cuatro polvos a la mia. Total..preñada no queda.
Señor monster: Mándele saludos a su felinita bonachona. Ah, y me alegra que le haiga gustado el daikiri de musicoterapia del profail.
Lord como el Vader pero mas güeno: Yo al Doggie se lo mando, pero hagame el favor de esconder su pantorrilla, no vaya a ser cosa que quede rengo de ambas patas. Ah, despues le mando una cosa por emilio. Se, a ustet, no se haga el de la sota.
Ah, si, ese era yo. Repito, me va a costar acostumbrarme. La poliidentidad es así.
El mío ladra temas de Emanuel Ortega y me rebobina los casecs con las manitas!
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